domingo, 14 de junio de 2009

Las monedas alternativas como idea-fuerza para repensar la economía


Con toda evidencia nuestra actual operativa económica y financiera debe pensarse de nuevo, debe estructurarse de otra forma, debe ponerse a tono con los tiempos que corren… Obviamente nuestras actuales estructuras socio-productivas deben ser actualizadas, deben ser reformadas en forma sustantiva… Por cierto que la estructura económica e institucional tiene que estar al servicio de la gente, y nuestra realidad actual con evidencia presenta desvíos excesivamente negativos e intolerables: (a) excluidos sociales, (b) periódicas recesiones económico-productivas, (c) muy injustas redistribuciones de recursos por causa directa e indirecta de acciones especulativas, de sobornos, de corrupción en distintos niveles y en distintas formas, de absurdos egoísmos y de abusos de funciones planteados por los diversos sectores de poder, (d) inconvenientes e incontroladas oscilaciones en los porcentajes de empleo y de desempleo en relación a la población activa, (e) regulaciones socio-económicas que son absurdamente asimétricas y absurdamente arbitrarias, (f) oportunidades muy diferentemente repartidas en el conjunto de la población, entre ellas, injustas diferencias en cuanto a las posibilidades de formación profesional y de acceso a la cultura ofrecidas a niños y a adolescentes y a adultos-jóvenes, etcétera, etcétera…

Las grandes preguntas que se plantean son: ¿Cómo reformar adecuadamente nuestro entramado financiero y productivo? ¿Cómo actuar frente a una crisis especulativa, cómo actuar frente a una crisis de sobreproducción, cómo actuar frente al repentino estallido de una burbuja de precios y de expectativas? ¿Cómo organizar mejor el intercambio económico internacional? ¿Cómo mejorar una economía nacional en cuanto a su funcionamiento financiero? ¿Cómo mejorar la educación y cómo desarrollar la formación continua o formación en servicio?…

Con evidencia no podremos dar respuesta a todos estos interrogantes en el marco del presente culturema… Comencemos entonces por algo modesto… Comencemos por intentar entender un fenómeno que no es excesivamente conocido, comencemos por analizar el tema de las monedas alternativas…

Obsérvese que la moneda social o paralela es tal vez una opción imaginativa para en algún grado atenuar las consecuencias de una crisis económico-financiera, en un momento de urgencia social y de peligro en cuanto a drásticos cortes en las cadenas de pago y en cuanto a drásticos aumentos en el nivel del desempleo…

Pero… ¿Qué es realmente una moneda social?… Pues bien, es un medio alternativo de pago que tiene una circulación muy restringida, generalmente en una determinada localidad, o más propiamente dicho en una red social orientada al intercambio de productos y de servicios entre sus miembros… En muchos casos, así se pretende integrar productivamente al sistema a personas que en el mercado laboral nacional probablemente tendrían pocas oportunidades de obtener un trabajo remunerado, ya fuere como trabajador dependiente o como trabajador autónomo…

¿De qué se trata realmente este asunto?… Pues bien, se trata que a través de la red circulen ciertos productos y servicios de una manera ágil pero en el ámbito cerrado del grupo social, en el ámbito cerrado de la cofradía, o sea exclusivamente entre los miembros integrantes de la red… Este sistema de intercambio es pues multilateral, pero en un formato que bastante se acerca al trueque bilateral clásico o tradicional…

Pongamos por caso un jardinero que realiza trabajos en su especialidad en cierta zona o localidad, pero que en lugar de recibir por ello dinero de circulación nacional, se le paga con bonos o vales que luego el trabajador cambia por fruta o por almuerzos o tal vez por un pantalón usado o tal vez por el lavado de ropa, a otros miembros adheridos a la red… Esos son los tipos de intercambios que generalmente se realizan en esa economía social o economía paralela: pequeños servicios y productos de bajo coste… Así, se incentiva a que cada cual haga lo que más le gusta y lo que mejor sabe hacer, y todo el mundo gana…

En muchos casos, una red de intercambio social de este tipo está integrada a un proyecto de mayor alcance, en donde tal vez coexisten una cooperativa de consumo, una comercializadora de productos locales con ramificaciones nacionales (artesanías, alimentos naturales frescos, conservas, etcétera), una comercializadora de servicios locales generales como podrían ser televisión por cable para abonados, cuidados médicos primarios, acompañantes de niños o de adultos mayores, servicios culturales, hogares diurnos y guarderías, pequeños trabajos domiciliarios de albañilería y de eléctrica, etcétera, etcétera… Esta integración y coexistencia de diversos proyectos (que podrían funcionar independientemente) dentro de una misma estructura madre, tiene la ventaja de proporcionar mayor cohesión y estabilidad a la estructura de participación, a la vez de dar una mayor diversidad de servicios y de posibilidades a los miembros, y tal vez de dar también una mayor firmeza financiera a la organización considerada en su conjunto…

Como podrá observarse, como podrá constatarse, los sistemas de intercambio basados en una moneda social se asemejan mucho a una economía de trueque en una comunidad cerrada, pero con algunas ventajas frente al trueque clásico que es restrictivamente bilateral… En efecto, el uso de monedas locales o sociales permite intercambios simultáneos o diferidos en el tiempo entre distintas personas, así como permite manejar en cada transacción diferentes escalas de valor…

Diferencia trascendente entre una moneda alternativa y una moneda nacional de curso legal forzoso, es que con la especie social no existe el fenómeno del préstamo a interés… Además y como supuestamente hay estabilidad de precios medidos en la nueva especie dineraria, no existe tampoco un interés por especular dentro de esa economía, ni tampoco un interés especial por acumular medios de pago en esa especie dineraria social; véase que una unidad en la moneda social bien podría significar una hora de trabajo no calificado, y entonces esa sería la referencia que podrían usar los miembros de la cofradía para valorar sus intercambios, sean ellos de servicios o de productos… Esa posible falta de interés por acumular moneda social se ve también reforzada por el hecho que este espacio económico restringido coexiste con el espacio económico nacional donde circula la moneda nacional… Téngase presente que la moneda de curso legal o forzoso seguramente será más apreciada por los agentes económicos que la moneda alternativa, y por tanto siempre habrá tendencia a gastar primero los montos que se tengan en la moneda social…

Pues bien, hasta aquí un resumen de lo que debe entenderse por moneda social o moneda paralela, especie que como se dijo está orientada al intercambio dentro de un grupo cerrado… Por ejemplo, experiencias de este tipo han funcionado por un período restringido y en un ámbito restringido, en países tales como Uruguay, Argentina, Francia…

Una mención aparte merecen los bonos que se usaron cuando la primer gran crisis financiera del siglo XXI que afectó a la Argentina, los que por cierto también deben ser considerados como dinero alternativo o dinero paralelo…

En efecto, recuérdese que el llamado Plan de Convertibilidad se instauró en Argentina en abril de 1991, y funcionó hasta diciembre 2001… Este plan que fue oportunamente aprobado por el Congreso de la Nación, contemplaba una equivalencia forzosa entre la especie dineraria argentina y el dólar estadounidense… Durante la vigencia de este sistema, los dólares estadounidenses circularon en Argentina a la par de la moneda local, y casi era indiferente entonces concretar un pago en la divisa estadounidense o en la divisa nacional, y por iguales montos…

En noviembre y principios de diciembre de 2001, durante la Presidencia de Fernando De La Rúa (10 diciembre 1999 – 20 diciembre 2001), abruptamente hubo gran desconfianza en que este sistema sería derogado, produciéndose entonces masivos retiros en dólares de los Bancos así como conversiones de la divisa nacional a la divisa estadounidense y así como numerosos giros en divisas al exterior… Obviamente la situación en esos días fue tan caótica desde el punto de vista financiero, que ello provocó la instauración de feriados bancarios así como la propia salida anticipada de Fernando De La Rúa como primer mandatario… La derogación formal del Plan de Convertibilidad fue finalmente aprobada en enero 2002, durante la Presidencia de Eduardo Alberto Duhalde (2 enero 2002 – 25 mayo 2003), concretándose en ese momento la devaluación oficial de la divisa argentina frente al dólar estadounidense…

La situación financiera de las Provincias Argentinas y de la propia población fue durante los feriados bancarios y durante los meses subsiguientes tan delicada, que no hubo más remedio que emitir entonces moneda nueva para así evitar el colapso de la economía y del sistema de pagos… Obviamente se quería que la nueva masa monetaria emitida sirviera para dinamizar los intercambios a nivel nacional pero que no se usara para comprar divisas extranjeras, y se optó en esa oportunidad por introducir nuevos instrumentos de cambio bajo la cobertura de ser Letras de Tesorería con un determinado vencimiento, pero con denominaciones pequeñas y aceptando que esos instrumentos iban a circular junto con la moneda nacional que aún quedaba en poder de los consumidores y de las empresas… Estas nuevas especies que entonces se libraron a la circulación técnicamente se llamaron Letras de Tesorería para la Cancelación de Obligaciones, y su introducción fue tan masiva y repentina en un momento que escaseaba el circulante, que la gente terminó por aceptarlas a falta de otro instrumento mejor… Con estas nuevas especies las instituciones públicas incluso pagaban los sueldos a los empleados públicos, y hasta se aceptaba el pago de impuestos con ese nuevo instrumento y a la par con la moneda nacional…

Estos bonos entonces tuvieron varias denominaciones según fueran las entidades que los emitían… Los más conocidos fueron los “patacones” emitidos por la Provincia de Buenos Aires, y los “LECOP” (“Letras de Tesorería para Cancelación de Obligaciones Provinciales”) emitidos por el Gobierno Federal… Por cierto, otras Provincias Argentinas emitieron también sus propios bonos en esa oportunidad, por ejemplo los “LECOR” en la Provincia de Córdoba, los “Federales” en la Provincia de Entre Ríos, los “CECACOR” en la Provincia de Corrientes, los “BOCADE” en la Provincia de Tucumán, los “Quebracho” en la Provincia de Chaco, los “PETROM” en la Provincia de Mendoza, etcétera… Años después y cuando la situación financiera de la Argentina mejoró, estos bonos fueron canjeados por moneda nacional…

Como características distintivas de este cuasidinero, corresponde destacar que las instituciones bancarias entonces no aceptaban depósitos en estas especies, y que tampoco había cobertura legal para hacer préstamos o cancelar préstamos con este instrumento…

Muy bien, hasta aquí un resumen de algunos de los usos históricos del llamado cuasidinero (dinero social y bonos de emergencia)… ¿Qué experiencia o qué enseñanza pueden dejarnos estas cuestiones?…

Obviamente esos instrumentos han sido usados en momentos de crisis y por un tiempo limitado, pero igual, algunas ideas y enseñanzas pueden extraerse de esas experiencias que usaron dinero de emergencia o dinero paralelo…

Véase por ejemplo que en los casos antes examinados no se contemplaba ni la posibilidad de concretar préstamos, ni la necesidad de pagar intereses, y esas son interesantes características de un sistema monetario, que bien podríamos imaginar que pudieran ser implementadas en algún ámbito económico, por ejemplo en la propia economía internacional controlada por moneda propia, controlada por una específica y particular moneda internacional desligada en forma rígida de una o varias divisas nacionales…

En efecto, en sí podemos imaginar que los sistemas antes mencionados y basados en bonos de emergencia o en moneda social, eran equivalentes a tener cuentas personales nominativas donde simplemente se iban registrando los créditos y los débitos de cada quien, a medida que cada quien fuera generando derechos o fuera realizando pagos… Y véase que en algún sentido el dinero fiduciario y también el cuasidinero, en sentido estricto son deuda de alguien… En el recién presentado caso de los bonos argentinos, los deudores obviamente fueron los Gobiernos Provinciales y el propio Gobierno Nacional… Y en el caso de los aludidos sistemas basados en dinero social, el deudor sin duda era la propia cofradía, puesto que la emisión monetaria en especies sociales era realizada por ella, en algún caso tal vez para pagar algún servicio brindado por uno de sus miembros, y también para dar una suma inicial a cada quien que se anotaba como miembro (así es generada una masa dineraria social al interior del espacio económico, la que circulaba en contracorriente de los bienes y de los servicios)…

Y como ya se dijo, algo muy parecido bien podría implementarse en la propia economía internacional, sin contemplar el pago de intereses a los titulares de las cuentas dinerarias que presentaran saldos positivos, y erradicando el mecanismo de los préstamos (al menos de aquellos que valoraran las deudas en moneda internacional)…

Dejamos aquí flotando esta posibilidad…

Por cierto, la modificación en las reglas de juego de los intercambios internacionales no será tarea fácil… Muchas resistencias se manifestarán, principalmente de parte de los países desarrollados, y especialmente de parte de Estados Unidos de América…

Lo que sí aquí deseamos dejar bien claro, es que la clásica figura del préstamo a interés no es intrínseca e inseparable con la introducción y el uso del dinero, o sea con la puesta en marcha de una economía dineraria… La moneda sin duda es un invento social, y el préstamo con pago de cierto interés también es un invento social, es una convención social… Y lo que así estamos afirmando no es ningún absurdo…

Absurda e injusta sí es la actual situación… Obviamente los intercambios internacionales están regidos por un sistema bastante complejo, pues el mismo es fruto de una larga evolución durante la que sucesivamente se fueron introduciendo parches y procedimientos especiales; además, también corresponde preguntarse si ese sistema no se complicó ex profeso, a efectos que pocos fueran quienes realmente lo entendieran…

Pensemos un poco… Pensemos simplificando…

Supongamos que recién viene de salirse de un período de oscurantismo, durante el cual los intercambios internacionales prácticamente eran nulos… Y supongamos que de buenas a primeras se aprueba un sistema mundial de intercambios muy parecido al actual (o muy parecido al que se aprobó en 1944 en Bretton Woods), y basado en el dólar estadounidense, moneda nacional que en algún momento se dijo era tan buena como el oro… Y supongamos entonces que comienzan a concretarse las primeras exportaciones…

En el caso hipotético planteado, sea entonces una exportación de mercadería concretada de cierto país a EEUU… Esa transferencia de bienes es entonces pagada con dólares estadounidenses, y ningún problema, pues según el acuerdo internacional luego el país en cuestión compra alguna cosa a otro, pagando con las especies recibidas…

Supongamos ahora la operación inversa, una exportación de mercaderías de Estados Unidos de América a un tercer país, y supongamos que ese tercer país ya agotó sus reservas de dólares estadounidenses y de oro… ¿Qué es lo que entonces hace EEUU para poder vender?… Pues muy sencillo, le dice al país que necesita comprar, firme aquí un préstamo, a tal plazo y con tal tasa de interés, y me paga cuando pueda, incluso en forma adelantada si es que a usted le conviene más; y si al vencimiento no puede pagar todo, le refinancio lo que quede impago…

¿No observa el lector una asimetría enorme en toda esta cuestión, asimetría que de una u otra forma termina favoreciendo al poderoso vecino del norte de América?…

Claro, las cosas por cierto no son tan simples y tan claras como aquí se plantean, puesto que los derechos de emisión de los dólares estadounidenses los tiene la Reserva Federal (FED), y puesto que el Gobierno Estadounidense actúa en el doble juego de deudor y de prestamista de dólares estadounidenses, así como su sistema bancario nacional…

¿Y por qué el Gobierno Estadounidense se ha endeudado en los niveles que se verifican hoy día?… Pues porque no ha tenido más remedio, pues era la forma de seguir vendiendo sus propias mercaderías a la vez de permitir que la economía internacional siguiera funcionando…

¿Y qué pasará si en algún momento el sistema colapsa?… Pues bien, todo dependerá de las circunstancias especiales de ese colapso, pero de una u otra forma quien va a salir ganando siempre será EEUU…

Vean ustedes, el gigante económico del norte no regala los dólares estadounidenses, sino que los cambia por riqueza de algún tipo, y encima se enriquece por otro lado en base a los intereses cobrados por préstamos financieros, pues claro, poner a funcionar la imprenta que genera sus divisas nacionales es algo que le insume un costo insignificante… Obviamente el deudor en todo este asunto es o la FED o el propio Gobierno Estadounidense (no importa mucho saber quien es el que realmente debe)…

Ahora bien, supongamos que hay una grave crisis financiera, como la que actualmente nos afecta hoy día, o peor aún que ella… ¿Qué es lo que puede pasar?…

Bueno, no soy adivino, así que no puedo dar aquí muchos detalles, pero lo que es seguro es que la riqueza que ya recibió EEUU no va a ser tocada, y entonces por algún lado la cosa se va “a arreglar”, ya sea porque muchas naciones pongan dólares sobre la mesa (como está pasando hoy día), ya sea porque el dólar se devalúe (como esta pasando hoy día), ya sea una combinación de ambas cosas… Y en este contexto, los que realmente pierden siempre o casi siempre estarán fuera de EEUU, pues si el dólar se devalúa los afectados serán quienes tienen dólares, y a sus residentes EEUU siempre los podrá compensar de una manera o de otra (planes sociales, reducción de impuestos, etcétera)… Y si se ponen dólares sobre la mesa, a todos los países y a todos los Bancos Centrales les dolerá, salvo a la pareja EEUU-FED, pues ellos simplemente podrán poner a funcionar la imprenta de la Casa de la Moneda…

¿Se entienden las asimetrías?… ¿Se entienden las enormes ventajas que siempre está obteniendo EEUU y su sistema financiero con el sistema actual?…

Hay unos artículos y unos videos circulando por Internet, y que hablan de un verdadero complot financiero norteamericano, a raíz del cual se dejaría caer al dólar y se implantaría en su lugar una nueva especie dineraria: el amero…

Quienes sustentaron y dieron difusión a esta posibilidad de sustitución del dólar estadounidense por una nueva especie monetaria, e incluso se refirieron a una posible y futura Unión Monetaria Norteamericana en la que participarían Canadá, EEUU, y México, fueron Hebert G Grubel (académico) y Hal Turner (locutor y periodista), ambos estadounidenses…

Bueno estimados lectores, ¡qué decir de este asunto!…

Todo apunta a que esta historia sea una fantasiosa teoría conspirativa y supuestamente secreta, que pronto se integrará al grupo de leyendas urbanas, al grupo de leyendas modernas con mucho de ficción y con poca base en la realidad…

De todas formas algo que en principio podría parecer totalmente descabellado y fruto de una mente enfermiza y divagante, bien podría transformarse en realidad cuando menos se lo espera, fruto de las reales urgencias del momento o fruto de algún tipo de planificación secreta…

Observe el lector que la crisis argentina que provocó la emisión de los antes aludidos bonos-letras afectó a los argentinos y eventualmente también a las empresas extrajeras y a los particulares extranjeros que tenían inversiones en Argentina… Pero si la crisis se produce en EEUU y ese país de hecho deja a su moneda actual en libre caída y emite bonos o moneda nueva de algún tipo (léase amero), tal vez los menos afectados serían los propios estadounidenses, y los más afectados serían los residentes en el resto del mundo, pues actualmente hay una enorme masa monetaria de dólares estadounidenses circulando fuera de EEUU, así como créditos de todo tipo expresados en la divisa estadounidense y en manos de no residentes en EEUU…

Y antes de terminar una última reflexión… Mi meta con este culturema, mi meta con los escritos de divulgación y de investigación ya publicados en los espacios Digimundo, no es que se sigan a pie juntilla las sugerencias del Centro de Estudios Joan Bardina ni que se adopte a toda prisa el dinero telemático a nivel mundial… Solamente espero que estas ideas ayuden a que más gente se interese en los temas monetarios así como en todas las posibles variantes y ramificaciones de la utilización del dinero…

Obviamente dejo a cada quien decidir si está a favor o en contra de la moneda telemática… Mi intensión principal con las acciones que actualmente estoy desarrollando, únicamente es llamar la atención sobre una cuestión que sin duda es muy importante, que sin duda afecta a mucha más gente de la que inicialmente pueda pensarse…

Las opiniones de todos los ciudadanos sobre nuestra futura estructuración financieras son todas ellas potencialmente interesantes, y merecen todas ellas ser consideradas…

La doctrina del neoliberalismo es la que hoy día tiene más adeptos pues en ciertos aspectos sin duda ha presentado resultados positivos… Pero también está la otra cara de la moneda, la otra cara del sistema, pues en muchos casos esa teoría pone excesiva atención a la marcha general de la macroeconomía, olvidándose del sustrato social… Solamente con la socialización de los objetivos del constructo social, es que podrá obtenerse paz social, bienestar generalizado, y equidad en la distribución de recursos y de oportunidades… Pero atención, el juego económico actualmente utilizado no es de suma cero, y el desequilibrio no está a favor del ciudadano común y corriente… Hay que concienciar a las bases, hay que abrir los ojos al pueblo… Si algún día quiere ganarse en términos de justicia, de equidad, de solidaridad bien entendida, no hay otro medio que cambiar las bases del juego económico-financiero…