Comenzaremos el presente culturema por transcribir un pensamiento del eminente científico judío de origen alemán, Albert Einstein…
El espacio y el tiempo son modos mediante los que pensamos, y no condiciones bajo las que existimos. El tiempo que percibimos a través de los relojes y de los calendarios, es una invención que sólo concierne al hombre y a su interpretación del entorno que lo rodea.
Sin duda profunda reflexión del gran científico y sabio Albert Einstein, que deja latente entre líneas que el tiempo y que la medición del tiempo no son realidades tan objetivas como en una primera instancia puede pensarse, sino formas para mejor comprender a la naturaleza y al universo y al propio ser…
Parafraseando a este gran pensador, bien podemos concebir y defender la afirmación que se presenta en el párrafo siguiente…
El espacio económico y la moneda son modos mediante los que hemos organizado nuestra vida social y nuestras relaciones de intercambio, y no esquemas rígidos y obligatorios de estructuración de nuestra existencia comunitaria. Las valoraciones y las asignaciones que establecemos a través de nuestro sistema de precios, de salarios, de empréstitos, y de contribuciones fiscales, notoriamente son un invento social, obviamente constituyen una convención social o contrato social, que debe coadyuvar al progreso de la comunidad y al bienestar de sus integrantes, y no servir de herramienta perversa para una muy despareja distribución de recursos, de posibilidades, y de esfuerzos, al interior del grupo.
El rostro visible del capitalismo global, o al menos uno de sus más importantes espacios, sin duda está constituido por la actividad bursátil así como por los espacios físicos y estructuras administrativas que se dedican a esta labor…
Muy lamentablemente, en los espacios bursátiles con frecuencia se utilizan procedimientos engorrosos, instrumentos opacos, papeles basura, cotizaciones que artificialmente se jerarquizan y que luego rápidamente se desinflan… Es que allí es donde principalmente se gesta la llamada economía de papel, contradiciendo así las buenas intensiones y las justificaciones idealizadas que fundamentaron la existencia de estos primeros foros orientados a promover la circulación dineraria, la inversión, y el progreso social… Es que allí se expresa con fuerza el capitalismo especulativo global, marcado por la codicia y por la ambición sin límites y sin escrúpulos… Son en buena medida las conductas oportunistas y los deseos exacerbados de participar en el juego bursátil, los que provocan las grandes y artificiales variaciones en las cotizaciones de las acciones, de los bonos, y de las obligaciones negociables, y los que en muchos casos benefician o arruinan a empresas y a inversionistas en una forma arbitraria, alocada, tonta… Y con cierta regularidad las Bolsas de Valores son entonces tapa de revistas y primeras planas en los periódicos…
En este año 2009 sin duda estamos inmersos en una crisis financiera global de grandes y profundas proporciones, cuyas consecuencias serán muy pesadas para las economías de la mayoría de los países…
Esta crisis financiera mundial se pone especialmente de manifiesto por cambios erráticos o inesperados en las cotizaciones bursátiles y en los valores inmobiliarios, por fusiones y absorciones de empresas, por quiebras bancarias y empresariales, por contracción generalizada del crédito, por elevación del déficit fiscal en muchos países, por desaceleración del crecimiento económico, por importantes cambios en los precios del petróleo y de otras materias primas, y también por un aumento persistente del desempleo, etcétera, etcétera…
¿Es que no existirá al menos alguna forma de capitalismo que no se encuentre acompañado de lágrimas y de arbitrariedad?…
Bueno, mi opinión es que sí puede existir un capitalismo sin grandes arbitrariedades y también sin grandes sufrimientos para un contingente muy importante de población… Mi opinión es que sí puede instituirse un capitalismo social, un capitalismo comunitario social…
Y esa especial estructura económica puede llegar a ser realidad, en una construcción social controlada por el dinero telemático, que es un instrumento orientado a facilitar los intercambios, y que es la antítesis de una herramienta oscura, de una herramienta que dificulta la comprensión y la evaluación de consecuencias…
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